Del flamenco se escucha la guitarra
que mueve las caderas de una Musa
su fuego es una estampa que difusa
recuerda los racimos de la parra.
El cabello es el filo de la garra
tocando los contornos de su blusa
empapada en la copa, que difusa,
recorre los pasillos y la barra.
La musa causa fuego mientras gira
extasiada de ritmos imprevistos...
¡Qué sus pies y caderas son de viento!
Con sus ojos cerrados todo mira
y sus gotas de sal, son dulces pistos
que estimulan latidos que ya siento.
Autor: Jorge de Córdoba
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