Si quiero recorrer en tus llanuras
la más sublime idea acidulada
es porque me enloqueces, de la nada,
y me llevas al vuelo en las alturas.
Una mirada... fría y seductora...
al fin me contradice la intención.
Pero es como la dulce invitación
que brinda tu sonrisa de Señora.
El desdén se transforma en coqueteo...
y caminas de vuelta hacia mi mesa.
La vida nuevamente me interesa
combinando pasiones y mareo.
Autor: Jorge de Córdoba
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