Desconozco el lugar de los olvidos.
Sin embargo, te buscan estas ganas
que acarician de formas tan tempranas
con temblores, caricias y gemidos.
El aliento se escapa de mi boca
evocando el sabor que me dispensas
con maneras gentiles, más intensas,
que buscan estrellarse en nuestra roca.
Soy el dueño del dulce que gotea
en las noches que sudas mil pasiones.
Soy la causa de tantas abrasiones,
del vahído que crece y te marea.
Autor: Jorge de Córdoba