Despertar con un beso afrancesado
al sentir en mi falo tus afanes...
se derriten mis fuerzas, sus engranes
al beber de tu fruto perfumado.
Conoces la manera de extender
los tiempos y las pautas del delirio.
Dibujas con los dientes un martirio
y tus labios rubrican su poder.
Tu cuerpo se desliza en mis rodillas
dejando que los besos te acaricien.
Reclamas que mis dedos te desquicien
mojados en tu sal y maravillas.
Autor: Jorge de Córdoba