No tengo poesía dentro mío
de tal forma que busco de sus mieles
las gotas que resbalan por las pieles
que apaciguan las ansias de este frío.
Cual ladrón consumado de tus dones
me alimento en los pétalos rosados.
Preciso de pensares más osados
y provocar el grito de esos sones.
Aplazas la llegada a nuestra cumbre
pues marcas fuego y ritmo con cuidado.
Ofrendas tu manjar acidulado
rompiendo todo aquello que acostumbre.
Autor: Jorge de Córdoba
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