que sacuden costillas y pulmones...
No encuentro ni las causas o razones
salvo que nos sentimos señalados.
Mi corazón reclama lo que siente
y por más que pretenda apaciguarme
nos siento descuidados, en desarme...
temiendo que por dentro me reviente.
Declaro que el amor es paraíso
y tienes de tu parte todo fruto.
Encontramos un cielo sustituto
que me da lo que siempre te preciso.
Autor: Jorge de Córdoba
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