sábado, 11 de noviembre de 2017

Amante y villano

Un dolor de costillas me despierta
con el aroma dulce de fogata;
la pasión nos revive, pues me mata, 
al ver que tu candela grita abierta.

Nuestra casa parece tan desierta
cuando permanecemos en el nido...
desentrañando fuegos de alarido,
absorbiendo las gotas de tus sales.
Así que derribamos los portales
mojando nuestro lecho ya encendido.




Así se evaporaron nuestros días:
desentrañando límites y rabias.
Vertimos de las mieles -de las savias -
los temblores, las penas y alegrías.

Tus llamaradas siguen siendo mías
y son tuyos mis ratos más profanos.
Marcamos con mis dientes y tus manos
los delicados bordes de tu piel.
En la entrega te sigo siendo fiel
aunque sabes, convivo con villanos.


Autor: Jorge de Córdoba

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