para cambiarla en olvido.
Buscaba de tu humedad
lo candente y prohibido.
Encontré que respirabas
la candela pecadora
encontré que ya tocabas
nuestra caja de Pandora.
En tus manos la promesa
de quemarnos lentamente
y mis manos en la mesa
gritaron: "explota y vente"
Autor: Jorge de Córdoba
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