se desata el infierno
que ofrece el dulce abrigo
para el frío de invierno.
Mis manos en tus piernas, y mi boca
entretenida dando convulsiones
en mi afán de volverte un tanto loca
con repetidos roces y abrasiones.
Respiro los perfumes que derramas
entre gritos cargados de demencia
pretendes que te llene con mil flamas
al ritmo de mi amor y su cadencia.
Autor: Jorge de Córdoba
Puro erotismo delicado, me encanta!!! Y ese musa que te inspira sin duda maravillosa , pues te hace escribir(entre otras cosas) jajaj de esta manera... abrazo grande en la distancia!!!
ResponderEliminarLa Musa es fuego puro aunque a veces precise oírlo.
EliminarY esas "otras cosas" son el fuego del hogar. (Como cantó Mocedades)
Abrazos, Eli. Gracias por estar.
Que lindura de poema, cargado
ResponderEliminarde pura pasión que fascina.
Besitos dulces
Siby
El equilibrio entre lo desenfrenado y lo sutil... lleva a prender mis sentidos.
EliminarUn abrazo Siby desde estos lares.