Un sonido retumba en mis falanges
que tiemblan saboreando tu candor;
el roce de tu cuerpo entre las sábanas
me transforma en un loco predador.
Mis labios acarician tu cadera
en un atardecer ya perfumado…
suspiras las pasiones delicadas
en un intento dulce y calculado
por rodear con tus pétalos mi lengua.
Tus columnas en torno a mi cabeza
retienen la embestida del anhelo
desechando cualquier delicadeza.
Autor: Jorge De Córdoba
Cuando la pasión es muy intensa...uffff...no siempre hay delicadeza . ni debiera existir delicadeza.. Un poema SUBLIME! con todos los componentes de un erotismo sensualmente-delicado.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina
Cuando es en común acuerdo, se puede ser tan desenfrenado como el que más.
EliminarNada tan inspirador como una mujer apasionada.
Saludos Eli, desde mi vapuleado México.
La delicadeza de tu pluma vuela siempre alto para poder leer tus inspiraciones en forma de poesía. Besos y un enorme abrazo hasta esos lares
ResponderEliminarMi muy estimada Tere... tanto tiempo sin saber de vosotros.
EliminarLa Musa está presente... siempre.
Saludos a mi Compadre.
Que hermoso escribes, me encanta
ResponderEliminaresa pasión en tus letras.
Besitos dulces
Siby
Gracias Silby, celebro te haya gustado.
EliminarToda la pasión viene de la Musa.