Me preguntas el nombre de la Musa
y cesan los latidos en mi pecho.
La Musa es el coral, el fuego, el helecho...
las estrellas de forma tan difusa.
La Musa se presenta con las Damas.
Con miradas, con gestos y pensares.
La Musa reconoce los lugares,
de candelas, de incendios y de flamas.
La Musa se transforma en mil mujeres
y por ellas se queman tantos barcos...
que los días se pierden, de tan parcos,
en dulces parpadeos y placeres.
Autor: Jorge de Córdoba
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