Que me maten las sales del infierno
aquellas que derramas en lo tierno...
Que me sofoquen pétalos rosados
los mismos que se muestran tan osados
a dedos invasores de la sal
prendida y convocada a tu portal
tras gritos de un aliento fugitivo
que conjunta al humilde y al altivo.
Me postro de rodillas por tus flores
expuestas y ofrendadas en amores.
Autor: Jorge de Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario