Perdona que al sorber de tus suspiros
te raspe con el hambre desbocada...
Me gusta tu candela acidulada
vertida entre las pautas de los giros.
No cuido que respires con frecuencia
y me extasío dentro, tan profundo
que te llevo prendada, por mi mundo,
a lo bello y febril de la demencia.
Un temblor manifiesta tu estallido
mientras que convulsionas en silencio.
Lo nuestro es el castigo que sentencio
a palpar en el grito y bramido.
Autor: Jorge de Córdoba
te raspe con el hambre desbocada...
Me gusta tu candela acidulada
vertida entre las pautas de los giros.
No cuido que respires con frecuencia
y me extasío dentro, tan profundo
que te llevo prendada, por mi mundo,
a lo bello y febril de la demencia.
Un temblor manifiesta tu estallido
mientras que convulsionas en silencio.
Lo nuestro es el castigo que sentencio
a palpar en el grito y bramido.
Autor: Jorge de Córdoba
Este estilo que tanto me encanta, me envuelve... y siento que me llega
ResponderEliminarLa Musa llama... y se obedece. Gracias Nini Lopez por estar entre versares.
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