martes, 12 de julio de 2016

Miel Acidulada



Adivino que tienes una hoguera
esperando por leños encendidos.
El amor, la pasión, que nos espera
acaricia tu cuerpo con sonidos.

Buscando variedad en el encuentro
recorro tu silueta con cautela
veremos cómo estallas desde adentro
jugando con la cera de mi vela.

El pábilo se quema lentamente
y precisa de miel acidulada
para que, derritiéndote la mente,
gocemos con el canto y la balada.

Autor: Jorge de Córdoba

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