sábado, 8 de octubre de 2016

Apostamos



Jugamos nuestra ropa, con las cartas
y apuestas domingueras. Tus aromas
candentes, tentadores como tartas,
me invitan a tu nido de palomas.

Tu blusa abandonó la competencia
cediendo a los latidos que me auguran
sumergirme en las mieles de tu esencia...
En tanto, tus cadencias, me torturan.

Las apuestas se tornan atrevidas
y gustas que mis ojos te incineren.
Nuestras cartas quedaron esparcidas
en el sudor de cuerpos que se quieren.

Autor: Jorge de Córdoba

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