lunes, 17 de octubre de 2016

Cuerpos y tambores



El sabor de tu piel es... exquisito.
La locura de todos los latidos
como muestra y un grato requisito
para reconquistar tus alaridos.

El pálpito salvaje que en tu pecho
se anida, nos demuestra el trepidar
que sientes con la brama del acecho
y roces que pretendes convidar.

Combinamos sonidos con temblores
cuando las bocas queman cada palmo.
Nuestros cuerpos se tornan en tambores
que muestran la verdad de todo salmo.

Autor: Jorge de Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario