martes, 11 de octubre de 2016

Lo erógeno de los dioses



Me dicen los infiernos que les debo...
a la vez que los cielos me reclaman.
Matón que se transforma en un mancebo...
al pensarle, sus curvas ya me inflaman.

No sé si Mefistófeles se enoja
al verme encandilado por la Musa...
Observo que la noche cambia a roja
palpando lo que oculta tras la blusa.

El rubor que mi Musa me regala
es señal que los dioses me bendicen.
Claro que eros trepida y hace gala
dejando que los cuerpos se deslicen.

Autor: Jorge de Córdoba

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