viernes, 5 de mayo de 2017

Quemando con los ojos


Besaste con tus ojos los secretos
en el confín de un alma conquistada.
Despertaste la brama con los celos
frotando tus tesoros en mi cara.

Se movieron las telas con tus dedos
levantando los bordes de tu falda
Sentí que se rompieron nuestros sellos,
el corazón me brinca y no se calla.

Sentiste mis latidos en tu vientre
y mojaste tus labios provocando
que la distancia fuese destruida...

Así, que, caminamos de repente
por los bordes de mesas y tablado
gozando los motivos de la prisa.


Autor: Jorge de Córdoba

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