viernes, 5 de agosto de 2022

Sanando tu ardor


Escucho los latidos en tu seno

empapado en la sal de la pasión.

El paraíso tiene la abrasión

que delata mi flama y desenfreno.

 

Conozco la manera de sanar

ese ardor con los besos que te gustan.

No importa si las monjas se te asustan...

pretendemos, de nuevo, comenzar.

 

Tu aliento se desboca trepidante

si mis labios se sacian en tu fuego.

Escucho tu suspiro en dulce ruego

motivando a que deje lo galante.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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