jueves, 6 de octubre de 2022

El néctar


Amaneces con hambre de placer

desmedido, inquietante, apasionado.

Me regalas el fruto acidulado

frotando tu palacio de mujer.

 

El néctar que lubrica mi barbilla

motiva tus suspiros más locuaces.

Tus uñas como tigres más sagaces

rozan por dulces mares esta quilla.


Tu pecho que se ofrece sin resguardo

se desliza en mis labios con locura.

Ya mis manos sujetan tu cintura

y tu cuerpo es la diana de mi dardo.


Autor: Jorge de Córdoba

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