Aparece destello demoniaco
es estos andurriales del olvido.
Las Musas con su porte y su sonido
son como un despertar afrodisiaco.
Sus miradas no son indiferentes
a nuevas contracciones en mi pecho.
El mundo me parece muy estrecho
mirando sus cabellos y pendientes.
No puedo resistirme a sus encantos.
Con esos parpadeos en cadencia
firmaron mi condena y la sentencia.
Ahora no me salvan ni los santos.
Autor: Jorge de Córdoba
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