martes, 7 de febrero de 2017

Una musa inesperada



Si después de un café con un olvido
se desmorona el suelo y la cabeza...
me concentro en la luz y en el sonido
buscando apuntalarme de entereza.

La mesera -que muda y transparente-
atestigua arrebatos en las fojas.
Las letras en su forma tan perene
me gritan moldeando paradojas.

La escucho sonreír a mi costado...
entiendo que ha leído los renglones
y se sorprende al verme sonrojado.
Resulta que los versos son pregones

a sus manos y eterna diligencia.
La observo con cuidado y su rubor
se acentúa. A su aliento en decadencia
le cambia la manera y el sabor.

Ahora su mirada es penetrante
y se sienta despacio a mi derecha.
Nuestra rima ha cambiado en un instante
y sonríe, de pronto, satisfecha.

Autor: Jorge de Córdoba

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