El temblor que prefieres ofrendar
es aquel, clandestino e indiscreto...
cómo el viento en el sauce y el abeto
que los mece imitando olas del mar.
Ese suspiro lento, tan pausado,
con las involuntarias sacudidas...
es copar de tu cuerpo las salidas
y catar tu sabor acidulado.
Cuando cruzas las piernas en protesta
queriendo retener tus sensaciones
es el grito de mil invitaciones
que vibran como cuerdas de una orquesta.
Autor: Jorge de Córdoba
...de la orquesta de dulce melodía
ResponderEliminarque destilan tus versos que engrandecen
los suspiros furtivos que merecen
sensaciones que dejas día a día.
Bendita musa te acompaña siempre, genial inspiración hecha poesía. Un beso y un abrazote
Sensación que se magnifica ante la proximidad de la Musa. Gracias Tere, bella estrofa.
EliminarUn abrazote.