viernes, 2 de marzo de 2018

Sal y aceite

Estoy ciego en ceguera voluntaria
pues quiero con mis manos conocerte
probar de tu secreto, ahora inerte,
la fruta prometida e incendiaria.

Estoy sordo en sordera descarada
a temblores ajenos a tu seno.
Hoy quiero que contengas al moreno
que se sacia en tu sal azucarada.

Es mi tacto el señor de los deleites
y quiere que revientes de placer;
que viertas tu perfume de mujer
mientras que transformamos los aceites.



Autor: Jorge de Córdoba

2 comentarios: