lunes, 28 de febrero de 2022

Derramamos caudales


Me muestras tus columnas, hoy, abiertas.

Abatidas, mojadas de placer.

Permites a mi falo recorrer

tus llanuras con sales que despiertas.

 

Sonríes con maléfico descaro

al morder la falange de tu dedo.

El corazón, en grito cuasi quedo

se sacude latiendo en un disparo.

 

Con tus senos, libertos de ropajes,

provocas que mis labios ya saliven.

Derramamos caudales que reviven

desgarrando mi fuego en tus encajes.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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