Caminan muertos todos los poetas.
O aquellos que asumimos respirar
la dulce poesía en los cometas...
en astros que prosiguen su girar.
La Musa recrimina la tardanza
pues el verso quedose detenido.
Que tristeza, que fallo en la bonanza,
su voz se transformó con un quejido.
Improvisamos tantos malabares
que nos dimos de frente en los relojes.
Visitemos los antros y sus bares,
los molinos de viento con sus trojes.
Autor: Jorge de Córdoba
Jajajajaaqui fue el no te equivoques, los quejidos se dan por otras cosas...
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