Si una mirada dice mil promesas
y un suspiro delata lo que sientes...
al callar reconoces que te mientes
y anhelas unos labios que no besas.
Ese momento augusto de placer
que marca despertares clandestinos...
es tu copa que pide nuestros vinos
atados en tu cuerpo de mujer.
El café no disfraza los perfumes
que nacieron del centro desbocado.
Tal vez el mundo siga equivocado
y tal vez… me conquista si presumes.
Autor: Jorge de Córdoba
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