lunes, 7 de marzo de 2022

Enamorado de una diosa


¡Me llevan los demonios de herejías!

¿Para qué enamorarme de una diosa?

Me veo sometido a sus manías

sujeto a su mirada belicosa.

 

Ya camina descalza, desprovista

de ropa. Me enloquece con el brío

con que su seno salta a la conquista

dejándome atontado, cuasi crío.

 

Si se muerde los labios; me derrite...

Y la muy condenada ya lo sabe.

Si la llevo despacio hasta que grite

pugna porque mi fuego se le grabe.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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