Descubrí que no entiendo ni me importa
del porqué de las cosas a tu vera.
Mi corazón reclama y desespera
por la noche que mengua y que se acorta.
Sostener tu cabello mientras gritas
el placer que te inunda de temblores
me pierdo en tus perfumes y sabores
en lo que das, regalas y me quitas.
La fruta enrojecida y delicada
ofrece los manjares encendidos.
Aquellos que provocan alaridos
al ver la superficie ya irritada.
Autor: Jorge de Córdoba
Siempre.me sorprendente tus versos. Sabes darles el toque que te distingue .
ResponderEliminarGracias por leerlo y comentarlo.
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