y quema con ternura las paredes
trazando mil colores en el iris
con estos, tus momentos más gloriosos.
Difícil escribir sobre tu cuerpo
al tiempo que trepidan emociones.
Consumo los segundos observando
que la luz acaricia tu cadera.
Se complica quitarme de asonancias
si sobran las palabras que te buscan
y se prenden de dicha en el deseo...
Imposible negarme a tu sabor.
Autor: Jorge de Córdoba
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