martes, 24 de enero de 2017

Acaricio con mi boca



Un beso en tu rodilla incandescente
repercute en la zona prohibida...
Tu suspiro se escapa de repente
quemando la postura cohibida.

Tus piernas se distancian con premura
en busca de sutil satisfacción...
Mi boca, que ya llega a tu cintura,
no cesa de brindar dulce fricción.

Los músculos se tensan de placer
al sentir que acaricio con mi boca
los puntos que te causan renacer
y bebo de tu sal, candente y loca.

Autor: Jorge de Córdoba

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