en mis sueños repletos de pasión.
No me pierdo ninguna descripción
que plasma el subconsciente y te lo digo:
Creamos un dragón de la lujuria
que le gusta frotarse las heridas
en las sales robadas, desprendidas,
de la Musa que inspira la centuria.
Mirarte, desbocada de placer,
es conjuntar el fuego a la caricia.
Igual que navegar en la pericia
que me lleva a tus dones de mujer.
Autor: Jorge de Córdoba
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