o de forma prendida, más demente...
cotejemos tus ganas con mi anhelo,
catemos el poder de nuestro cielo.
Perdamos el respeto a las cadencias
y demos un banquete de indecencias.
La noche no precisa de corpiños
se entrega a las pasiones y los guiños.
Te pido que me muestres tus hogueras
preparando el camino a las primeras
caricias de locura que te mojan.
Hoy las ramas de parra, se deshojan.
Autor: Jorge de Córdoba
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