Descubro con sorpresa una verdad:
Soy aquella desgracia del pasado
nacida del silencio y soledad
que se clava en mi pecho y mi costado.
Soy la simiente yerta en el olvido;
el movimiento raudo del deseo.
Una gota de mar que se ha vertido
en el sopor inerte de un mareo.
La musa, en su silencio de tormenta,
me condena a palabras lacerantes.
Escucho un corazón que se lamenta
en el grito que lanzan los amantes.
Autor: Jorge de Córdoba
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