Escribí con mi lengua por tu pétalo
buscando emborracharme de lujuria.
Me transformo en leones de la furia
volando por tus cielos como Dédalo.
Mis manos, sujetando tu cadera,
imprimen sus caricias a destajo.
Me gusta conquistarte desde abajo
y frotar en tus mares mi madera.
Tu mandas y diriges la embestida
pautando retiradas en arribos.
Apostamos el alma y nuestra vida
al perder la razón y los estribos.
Autor: Jorge de Córdoba
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