Con tu boca entre abierta sin fonemas
brillante por candores contenidos
augura travesuras y problemas
rogando reservarnos los sonidos.
Con tus ojos rendidos al momento
que experimentas bajo nuestra mesa,
acelero caricias y tormento.
Ahora nada más nos interesa.
Las personas se borran del paisaje
lo que importa es llevarte al paraíso
Así, nos elevamos desde el piso
empapando mi mano en tu potaje.
Autor: Jorge de Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario