No es lo mismo tener alguna idea
que plasmarla en un verso coherente.
El alma que por fuego ya jadea
no se detiene dentro de una mente.
Entre un decir y un óptimo decirlo
hay diferencia, cual gorrión del mirlo.
La palabra edifica en elegancia
se anula cuando queda en la fragancia.
No es lo mismo el andar de una mujer
que mirarla opacar mi atardecer.
No es lo mismo caer en los escombros
que tener sus talones en mis hombros.
La poesía es una dama.
Autor: Jorge de Córdoba
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