Tan incongruente oxígeno barato
que no me satisface los sentidos.
Mis pulmones renuncian al sonido
y el café ya se enfría sobre el plato.
Se confunden los cielos con la arena
esperando que llueva desde el suelo...
Las palmeras levantan nuevos vuelos
y los monjes se ríen de sus penas.
Las campanas nos llaman a las plazas
para ver como queman a las diosas.
Miserables de mentes tan ociosas
que ven, en las bellezas, amenazas.
Autor: Jorge de Córdoba
Hermoso 🌷👏👏👏
ResponderEliminarGracias por leerlo y comentarlo.
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