Gritemos sensaciones sin sonido
aquellas reservadas a la alcoba.
Despertemos la furia de la loba
que reviente las sábanas del nido.
Quitemos los pretextos de la mesa
y vamos por el fuego que destilas.
Expulsamos las noches más tranquilas
en busca de un candor que ya regresa.
Es hora que presumas los encantos
y viertas el anís de tu reserva.
Bien sabes que tu cuerpo siempre enerva
si quitas de tu piel algunos mantos.
Autor: Jorge de Córdoba
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