Usted, del paraíso, es la manzana.
Perdone que lo diga sin mesura.
No puede silenciarse una campana
que lanza su tañer de gran altura.
No busque los motivos manifiestos
que viven en sus labios de carmín.
Conoce que mis versos descompuestos
se fundan por su causa y con un fin.
Camina simulando lo casual
logrando que mis manos se preparen
en lucha que parece ya habitual
buscando que sus labios se separen.
Autor: Jorge de Córdoba
Extraña conexión.
ResponderEliminarHermoso sentimiento...
Me encanta lo que escribes. 😍😘