El fruto prohibido tiene un nombre
que muestra su grandeza en lo invisible.
Oculto en superficies interiores
se mofa del amor y de sus causas.
La Musa que conoce sus alcances
no busca se le muestre admiración.
La tiene y sin embargo no la compra
dejando que los lobos la cortejen.
Maneja las maderas y las cuerdas
de títeres que quieren conquistarla.
Ingenuos, ignorantes de la vida:
La Musa, la mujer, es quien decide.
Al tiempo que comprende su poder
la oruga se transforma en mariposa.
Escoge de que néctar succionar
y el fuego en que prefiere sucumbir.
Autor: Jorge de Córdoba
Versos libres heroicos
Asi es y así será
ResponderEliminarAfortunadamente.
Eliminar