sábado, 29 de enero de 2022

La sal de tu fruta


Si eres Caperucita colorada

y si soy un licántropo converso...

Me robaré tu piel azucarada

hermanando lo burdo con lo terso.

 

Comprendo que te gusta la cadencia;

lo sutil de los valses y sus giros.

Comprendo que te incita la advertencia 

de monjas y sus santos en papiros.

 

Tú sabes que a mi lado ya se prende

la sal que de tu fruta se destila.

No me importa si el fuego les ofende

contigo la aventura no es tranquila.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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