Atrapado en cadencias y sonrisa
me declaro perdido sin remedio.
Sin ti, las maravillas son un tedio...
y contigo mi sangre tiene prisa.
Estos latidos raudos y sonoros
sacuden mi levita y me sonrojan.
Supongo que tus labios ya se mojan
lubricando en salitre nuestros poros.
El perfume en tu cuerpo me enloquece
pues me sabes prendado de tu esencia.
No me puedo mover sin tu licencia
en tanto tu cadera tiembla y mece.
Autor: Jorge de Córdoba
Ya no luches si te sientes atrapado, mejor disfruta de las mieles que te han dado.
ResponderEliminarCómo debe de ser.
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