Me sorprende que todo continúe
al escuchar el viento y respirar
al sentir nuestro mundo en su girar
me extraña que la vida se adecúe.
Los momentos fugaces que robamos
a la vida monótona y rapaz
que grita a su manera: soy capaz
disfruto de la vida si pecamos.
De pronto me convierto en el pirata
que te lleva al infierno y de regreso...
Me declaro asesino, ya confeso,
del recato aburrido que te mata.
Violamos juramento y celibato...
Lo lamento, por cierto, que no importa.
En tus labios y sal, se me conforta
cuando sacrificamos el recato.
Autor: Jorge de Córdoba
Ojalá que se encuentre entre la lista de tus propósitos de inicio de año, yo encantada.
ResponderEliminarDalo por hecho.
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