lunes, 17 de enero de 2022

Conquista


Y de pronto, la Musa me despierta

quemando mis entrañas sin reparo...

desatando tormenta y siendo faro

al mostrar que su puerta sigue abierta.

 

Espolea mi fuego a la conquista

empeñada en que queme los blasones.

Rompimos mis cadenas y eslabones

en una vida rauda, siempre lista.

 

Me curó con la sal de su candor

los fríos imbatibles y cansinos.

Probamos de su entraña, nuevos vinos

rociando con mis ganas en su flor.

 

Autor: Jorge de Córdoba

2 comentarios:

  1. Si tu musa despierta tu pasión y en la musa se despierta por igual, una fiesta en los infiernos sé que habrá...

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