No busco la bondad en las personas.
Detecto las señales de hedonismo...
El pecado perfecto del abismo
que los delata, grita y tu pregonas.
Aquello que encerraste, a cal y canto,
hoy te perfuma toda a margaritas.
Es dulce la verdad, si bien la gritas
al reventar placer en nuevo llanto.
Tu mejilla encendida por mi causa
y las gotas que escapan de control…
son motivos, candentes como el sol
que separan tus labios ya sin pausa.
Me declaro culpable que tus dedos
pretendan aliviar las sensaciones.
Soy el dueño de tantas abrasiones
que te brindan problemas por enredos.
Autor: Jorge de Córdoba
Aunque te parezca hedonista, encuentro placer en lo que escribes...
ResponderEliminarGracias me encanta.
El placer es la vida. No tenemos derecho a ser inmunes a ella.
EliminarHay sensaciones que ni el corazón es capaz de esconder.💓
ResponderEliminar¿Para qué esconder lo que arroba los sentidos?
EliminarLeerte siempre es garantía de sensaciones bailando en mi cuerpo. Te agradezco tanto!
ResponderEliminarGracias. Tu sabes que fuego y dónde invocarlo.
EliminarEl agradecimiento es para ti.
Un abrazo.
Me enamoré de la segunda estrofa pero todo el poema es una preciosura.
ResponderEliminarSiempre con esa intensidad contagiosa.
Mi abrazo de viernes Jorge y que disfrutes esta noche .
Gracias todas Eli. Celebro te haya gustado.
EliminarComo sabes, es culpa de la Musa.
Un abrazote.