El pequeño lunar que se cobija
en tu seno, me muestra la ambrosía
imperante al soñar que ya eres mía
en la noche en que todo se te inflija.
Se pierde mi razón en esa cumbre...
en el dulce detalle que me enciende.
Si de pronto, este mundo no lo entiende
¡Que se queme al calor de nuestra lumbre!
Incandescente sal que se convoca
en estas ocasiones de la entrega.
Me sabes en el fuego que te llega
al punto de volverte tierna y loca.
Autor: Jorge de Córdoba
Los pequeños detalles se convierten en cosas tan grandes, que nunca se olvidan.
ResponderEliminar¡ Que arda Troya !
Exactamente NLDM ¡Que arda toda!
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