Pregunto qué pretendes provocando
latidos incesantes y salvajes.
El fuego que nos tiene en dulce mando
no puede conformarse en los potajes.
Si buscas que me prenda amablemente
permite contravenga tu propósito.
La sal se multiplica de repente
no logra contenerse en un depósito.
Platónico deseo del averno
prendado de tus labios escarlata.
Respeto tu sentido de lo tierno
pues quiero derramar sabor y plata.
Autor: Jorge de Córdoba
Versos heroicos 2,6,10
Lo dulce y lo salado, se prueba con la punta de la lengua.
ResponderEliminarSabor umami a la medida.
La pasión está en los detalles.
EliminarGracias NLDM por leerlo y comentarlo.
Como siempre el poema esta en el limite
ResponderEliminarentre lo implicito y explicito ...dentro de ese erotismo sutil. Precioso. Besossss
Gracias todas Eli. Valoro en mucho tu comentario.
EliminarUn abrazote desde estos lares.