Fuego que, intempestivo, me derrite
todos los movimientos del recato.
Sabes que nuestra brama es un convite
dulce, candente, siempre en desacato.
Dama durante el día que se torna
diosa en lo prohibido por la santa.
Sol que se desbarata y ya retorna
dentro de dulces labios y garganta.
Palmos de terciopelo nacarado
brillan al ser frotados con denuedo.
Vibras al recibir un mar salado
donde vierto el sabor que siempre puedo.
Autor: Jorge de Córdoba
Endecasílabos enfáticos
Mantienes avivado siempre el fuego.
ResponderEliminarUn placer leerte
Gracias.❤️
El placer es todo mío, NLDM
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