lunes, 8 de noviembre de 2021

En mesa puesta

No pude contener las sensaciones

que desencadenaron nuestra historia.

Tú, una dama completa. Yo, la Escoria

Hicimos del amor, anís, lociones.

 

Los pecados, descritos por los cleros,

se apocan al saberse superados.

La pasión se degusta en los bocados

y se decanta en roces más certeros.

 

Te descubrí candente y ya dispuesta

a quemar nuestros barcos con delirio.

Ardimos, como pábilo en el cirio,

y comí de tu cuerpo en mesa puesta.

 

Autor: Jorge de Córdoba

 

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